Comencemos con el que se ubicaba a más altura en la cordillera. Además de ser el más antiguo, anterior incluso a la llegada del tren. El Hotel Las Cuevas era una posta para arrieros y galeras (carretas), posada para ingenieros del ferrocarril y para todo el que se aventurase a cruzar la cordillera. La siguiente fotografía es una verdadera curiosidad ya que no hay muchos registros del hotel en esa época.
Pero en alta montaña no todo eran posadas o refugios. En 1925 se inauguraba el Hotel Puente del Inca, una lujosa instalación que además ofrecía sus baños con agua termal de montaña. Con 70 habitaciones, era lo que hoy llamaríamos un hotel 5 estrellas. Muy visitado por las clases altas en busca de sus aguas curativas y enmarcado en un paisaje de ensueño. Lamentablemente, en 1965 fue destruido por un alud.
Uno de los factores esenciales para la instalación de estos hoteles fue el recordado Ferrocarril Trasandino, el tren que partía desde Mendoza con destino a Chile, cruzando la cordillera de Los Andes. Los hoteles se ubicaban en las cercanías de la estación o directamente tenían una estación dentro de su predio. Si bien a comienzos del siglo XX había rutas de alta montaña, ya vimos en otras notas que estaban pensados para caballos y carruajes, demasiado rústicos y abruptos para los automóviles de la época. Por ello, la mejor opción era el tren.
Y continuando con nuestro descenso hacia la ciudad, llegamos al Gran Hotel de Uspallata, que aún está en funcionamiento. En la época en que fue tomada esta fotografía, en la década de 1950, se llamaba Hotel Presidente Perón.
Otro hospedaje de montaña que sigue brindando sus servicios es el Hotel de Potrerillos. Fue inaugurado en el año 1942, cerró y reabrió sus puertas en un par de ocasiones y durante el Mundial de Fútbol de 1978 fue el alojamiento elegido por las selecciones de Polonia y de Holanda.
Y para concluir, un parador al que le dedicaremos una nota completa: el Hotel de Cacheuta. Inaugurado en 1910, su principal atractivo eran (y son) sus aguas termales a los que se le atribuyen propiedades curativas. el edificio original contaba con 152 habitaciones y fue destruido parcialmente por un aluvión en 1934. En la actualidad existe un emprendimiento similar.
Y esto es todo por hoy. En nuestro próximo encuentro daremos otro salto atrás en el tiempo, recuperando nuestro pasado en imágenes. Hasta entonces.