El colesterol es un lípido fundamental que nuestro organismo lo utiliza para un buen funcionamiento. Este se forma en el hígado a partir del consumo de determinados alimentos. El tener niveles muy altos de estas grasas, puede ser perjudicial para nuestra salud.
Algunas de las consecuencias de tener medidas elevadas es tener más probabilidades de padecer una enfermedad cardíaca. Además, puede ocasionar ACV (Accidente Cerebro Vascular), un infarto agudo de miocardio, entre otros tantos ejemplos. Por eso, es importante mantener una vida saludable, con mucha actividad física y consumir alimentos sanos (con previa consulta con un profesional).
Es importante ingerir mucha fibra soluble. Este tipo de alimentos ayudan a evitar que el tracto digestivo absorba el colesterol. Algunos de los ejemplos son: la avena y el salvado de avena. También, se pueden incluir legumbres como frijoles, lentejas, garbanzos y habas.
Otra forma para reducir el colesterol, es consumiendo muchas frutas y verduras. Incorporarlos a tu vida de forma moderada, permiten aumentar las sustancias importantes que reducen estos lípidos. Además, permite una vida mucho más saludable.
Por último, las nueces, almendras y otros frutos secos pueden reducir el colesterol sanguíneo. Estas, son abundantes en ácidos grasos poliinsaturados. Es importante comer en porciones controladas para evitar efectos negativos.