MENU
ZAFIRO 89.5 EN VIVO Radio Zafiro

MENDOZA 17°C

DOLAR BLUE $1100/$1120

MENU

17°C

89.5
Ciencia

El descubrimiento que revela por qué hace mal trabajar de noche

Científicos avanzan en mejorar la vida de quienes trabajan de noche y sienten los efectos nocivos.

guardia seguridad

Cuando cae la noche, el sueño llama; sin embargo, para quienes trabajan de noche, es tiempo de enfrentarse a la rutina laboral mientras el resto descansa. Lejos de ser simplemente una cuestión de horarios invertidos, su salud se ve considerablemente afectada por patrones que contradicen el reloj biológico natural del cuerpo. Desde el aumento de peso, diabetes y cáncer, hasta la depresión y problemas cardíacos, los trabajadores de turno nocturno batallan no solo contra la somnolencia sino también contra riesgos sanitarios considerablemente relevantes.

Investigadores de la Universidad de Bristol en el Reino Unido se sumergieron en un estudio para comprender la interacción entre las hormonas asociadas con los ciclos de sueño y los patrones alimenticios diarios en ratas, y consiguieron un descubrimiento que ayudará a resolver algunos de los problemas que sufren quienes trabajan de noche. La hormona corticosterona, equivalente al cortisol humano, que aumenta pronunciadamente en las horas previas al despertar para luego disminuir a lo largo del día, se volvió un elemento clave al desentrañar los misterios detrás de los ritmos circadianos alterados y su impacto en los comportamientos alimentarios.

Al modificar intencionalmente los ritmos naturales de las ratas, infundiendo corticosterona de manera sincronizada o desfasada con las señales de luz-oscuridad, los científicos descubrieron perturbaciones significativas en su consumo alimentario. Aunque la alteración del tiempo no estaba asociada con un aumento de peso o masa grasa, las ratas consumieron casi la mitad de su ingesta alimentaria diaria en momentos en los que normalmente estarían descansando, evidenciando una desviación drástica de sus patrones alimenticios habituales.

Los roedores con niveles de corticosterona desalineados experimentaron un aumento en la expresión de varios genes que producen proteínas para estimular el apetito en momentos en que estos genes normalmente están inactivos. Este fenómeno, sumado a una pausa en los genes que suprimen el apetito, probablemente condujo a un deseo aumentado de comer significativamente más durante la fase inactiva del día de los animales.

raton
La investigación se realizó en ratones.

El reto se encuentra en aplicar estos hallazgos al ser humano, particularmente en aquellos que trabajan en turnos nocturnos. Pese a que existen recomendaciones respaldadas por evidencias, como la exposición a la luz solar, realizar ejercicio y mantener horarios de comidas regulares, estas pueden ser extremadamente difíciles de seguir para enfermeros, guardias de seguridad y otros trabajadores nocturnos. Los consejos actuales, aunque sólidos, pueden no ser suficientemente pragmáticos o factibles para implementar dada la naturaleza intrínseca del trabajo por turnos.

Las estrategias de estilo de vida son, en muchos aspectos, preferibles a los medicamentos, pero deben ser factibles para que las personas las implementen. El equipo de investigación, reconociendo que las señales cerebrales que impulsan el aumento del apetito pueden ser "difíciles de superar con disciplina o rutina", está explorando terapias farmacológicas que podrían mitigar la alimentación desordenada. Mientras tanto, el hallazgo proporciona un insight valioso sobre cómo el estrés crónico y la alteración del sueño conduce a un consumo calórico excesivo, abriendo las puertas a futuras investigaciones y soluciones que beneficien a quienes mantienen al mundo en movimiento cuando la mayoría de nosotros descansamos.

Suscribite al newsletter

Todas las noticias de Mendoza y del mundo en tu correo