El error común que estás haciendo con el corrector de maquillaje y que resalta más tus arrugas es aplicar demasiado producto. No se trata de una cuestión de cantidad, sino de técnica. Acá te traemos algunos consejos para corregir estos hábitos y mejorar el aspecto de tu piel:
Evitá el exceso de producto: Aplicar demasiado corrector no mejora la cobertura, al contrario, puede hacer que se vea más artificial. Es mejor empezar con una pequeña cantidad y difuminarla gradualmente.
La hidratación es clave: Asegurate de hidratar bien la zona antes de aplicar el corrector. La falta de hidratación puede provocar que el producto se cuartee y se vea poco natural.
Elegí el corrector adecuado: Hay diferentes tipos de correctores para diferentes necesidades de la piel. Si tu piel tiende a ser grasa, elegí uno matificante; si es seca, busca uno que aporte hidratación.
Sellá el corrector: Después de aplicar el corrector, utilizá polvos sueltos para fijarlo. Esto va a ayudar a que dure más tiempo y se vea más uniforme.
Extendé bien el producto: Tomate tu tiempo para difuminar el corrector correctamente. Evita sellarlo inmediatamente después de aplicarlo, ya que esto puede causar acumulación en ciertas áreas y resaltar más las arrugas.