Waltergate
Luego de la extensa declaración del juez federal Walter Bento el último miércoles, este jueves fue el turno de otros cuatro de los imputados en el juicio por coimas. En esta undécima jornada, se colocaron bajo el foco de atención el abogado Luis Francisco “Chato” Álvarez, y la familia de Bento: Marta Boiza, su esposa, y Nahuel y Luciano, los hijos.
La causa posee 32 acusados, donde figura Bento, su esposa e hijos, el fallecido Diego Aliaga, los abogados Jaime Alba y Luciano Ortego, Martín Ríos, Matías Aramayo, Javier Angeletti, Francisco Álvarez, Walter Bardinella Donoso y el comisario Gabriel Moschetti, entre quienes están contra las cuerdas de la Justicia.
Este jueves continuaron las declaraciones sobre el primero de los 15 casos, donde los cuatro imputados siguieron una línea parecida a Bento. Acusaron al fiscal Dante Vega de “apañar” la causa por una “obsesión” y negaron todos los hechos que se les acusa.
La "inquisición" contra Álvarez
El abogado Francisco “Chato” Álvarez, quien ya había prestado declaración el pasado 25 de agosto, este jueves volvió Tribunales para responder las preguntas de la fiscal María Gloria André. “No formo parte de ninguna banda o asociación ilícita, jamás he participado de algo espurio”, afirmó en el inicio.
No pueden endilgarme un delito porque me equivoco en alguna fecha o porque hablo distinto o porque soy porteño.
Al igual que Bento, Álvarez vivía en Palmares, por lo que había conocido a Diego Aliaga, presunta “mano derecha” en la asociación ilícita. Junto a Aliaga formaron un grupo para jugar al truco cerca de los inicios de la pandemia por el Covid-19. Pese a los picantes cruces entre André y la defensa del acusado, insistió en su inocencia y pidió la "excarcelación lo antes posible".
La estrategia de la Fiscalia era profundizar su relación con Daniel Martínez Pinto, condenado por una megacausa de contrabando y que habría pagado sobornos para acceder a beneficios judiciales. Buscaba establecer las fechas en que se conocieron y, cuando se le pidió mayor presición, afirmó “ser muy malo con las fechas”.
En el final, criticó duramente al fiscal Vega, asegurando que las preguntas eran “lo más parecido a la inquisición” y que lo sometían "a la guillotina". "La causa se inició a raíz de una pelea de la que no somos parte nosotros (los procesados)”, afirmó en referencia a la supuesta enemistad entre Vega y el juez Bento. “Esto antiguamente se arreglaba en la plaza”.
La palabra de la familia Bento
Cuando Marta Boiza, esposa del juez, se sentó sobre el banquillo de los acusados lanzó feroces críticas al fiscal Vega. Sin embargo, no respondió preguntas, al igual que sus hijos. Durante más de una hora, repasó la historia de su familia, cómo ella y su marido entraron al Poder Judicial de la Nación, negó el enriquecimiento ilícito y aprovechó para acusar a Vega de una “persecución”.
Este hombre jamás en su vida va a dejar de hacer daño porque tiene un problema psiquiátrico, psicológico, es adicto.
Ante sus dichos, la presidenta del Tribunal, Gretel Diamante, le hizo un llamado de atención y Boiza pidió perdón.
Pero luego continuó atacando al fiscal. Según aseguró, en una ocasión él le dijo que "a vos, a tu marido y a tus hijos los voy a meter presos”. Y añadió: “Tuvo que inventar el enriquecimiento y el lavado mío y de mis hijos para poder traernos acá”.
“Quizás la falta de una familia o de amor es lo que le produce el odio o todo lo que tiene en su cabeza. No sé siquiera si podría estar trabajando en un Ministerio Público, deberían hacerle una pericia psiquiátrica”, sentenció contra Vega.
Luego, tanto Luciano como Nahuel Bento explicaron su situación patrimonial y aseguraron no haber tenido ninguna conducta ilícita. “No tuvo en cuenta mis ingresos trabajando en el poder judicial”, dijo Luciano. Explicaron que los departamentos que tienen los adquirieron mediante ahorros, con trabajos, pagando en cuotas y con dinero que le donaron sus padres.
La causa por coimas
El juez federal, Walter Bento, se enfrenta a un megajuicio, donde se lo considera el líder de una asociación ilícita dedicada al cobro de coimas a presos a cambio de beneficios judiciales. También será juzgado por 15 hechos de cohecho activo, prevaricato, omisión y retardo de justicia, enriquecimiento ilícito, lavado de activos, falsedad ideológica (2 hechos), abuso de autoridad (10 hechos), desobediencia y ocultamiento de un objeto destinado a servir como prueba (su teléfono oficial). Hay otros 31 imputados en la causa.
