Violencia de Género
Durante la tarde de este miércoles, en una nueva audiencia por el caso de violencia de género, la Justicia resolvió que Juan Cacho Garay continuará alojado en la cárcel San Felipe hasta que se determine si va a juicio por los numerosos delitos que se le acusan. Sin embargo, en el caso de su presunta cómplice, Sandra Astudillo, se decidió que vuelva a prisión domiciliaria.
Garay enfrenta diferentes cargos por violencia de género y abuso sexual contra su expareja, Verónica Macías, cuyas acusaciones nombran a la empleada legislativa como cómplice de los hechos.
La defensa del humorista de 68 años había pedido que se otorgue el beneficio de arresto domiciliario, el cual iba a cumplir en la casa de su hermana ubicada en Coquimbito, Maipú. En tanto, el abogado de Astudillo solicitó su libertad o bien esperar el juicio en su domicilio.
La medida no se hizo efectiva de manera inmediata y Astudillo deberá permanecer algunos días más tras las rejas mientras se desarrollan los estudios de viabilidad técnica, ya que utilizará una tobillera electrónica. Sumado a una encuesta ambiental, a cargo del Servicio Penitenciario, en el domicilio de San Carlos que fue ofrecido para que la mujer cumpla con la detención.
De esta forma, de no mediar sorpresas, los sospechosos quedarán presos en estas condiciones hasta que se defina si la causa es elevada a juicio oral por decisión del Tribunal de segunda instancia.
Las denuncias contra Garay y Astudillo
- Garay se encuentra en la penitenciaría desde julio pasado, luego de que el caso cambiara de fiscal por los planteos de la querella y el agravamiento de algunas calificaciones. También le dictaron prisión preventiva a Sandra Astudillo, medida que cumple en el penal de mujeres.
- Los delitos que recaen sobre Garay pertenecen a una batería de imputaciones que habría cometido en contra de su expareja. Amenazas simples, amenazas agravadas por el uso de arma, coacciones simples, coacciones agravadas por el uso de armas, robo simple, tenencia ilegal de armas de fuego de uso civil (en tres hechos), abuso sexual con acceso carnal en un número indeterminado de hechos, abuso sexual doblemente agravado por ser con acceso carnal y por ser cometido por dos personas y con el uso de armas en un número indeterminado de hechos, privación ilegítima de la libertad agravada por ser cometida contra una persona a la que se debe respeto particular en un número indeterminado de hechos y desobediencia de una orden judicial (violación de la prohibición de acercamiento al enviarle un audio de WhatsApp a su ex); todo ello en concurso real y en contexto de violencia de género.
- Todo comenzó en un hotel de Córdoba, luego de una fuerte discusión que mantuvieron Verónica Macías y Garay durante el fin de semana de Semana Santa.
- Tras la denuncia de Verónica ambos regresaron a Mendoza, donde la Policía inició la investigación por violencia de género y realizó distintos allanamientos en la vivienda que compartían.
