Increíble
Para quienes amamos las pastas, tener un recetario completo de salsas para acompañarlas es de vital importancia. No pocas veces recurrimos a lo más conocido, las salsas de tomate, o bien por considerarlas la opción más sencilla, o bien por simple costumbre. En esta ocasión, queremos enseñarte una opción que, aunque por algún motivo no es tan conocida, es sumamente sencilla de preparar: la salsa carbonara, una de las acompañantes predilectas del spaghetti.
Originaria del centro de Italia, más precisamente del Lacio, la salsa carbonara combina algunos ingredientes típicos de aquella región. El guanciale, una chacina que se prepara a partir de los carrillos del cerdo, de un sabor más intenso que la panceta, pero que puede ser remplazado tranquilamente por esta. El segundo ingrediente típico es el queso peccorino, un queso duro elaborado a partir del queso de cabra. Al ser un ingrediente verdaderamente difícil de conseguir en muchos lugares, lo remplazaremos por queso parmesano en esta receta.
Ingredientes
- 3 huevos grandes
- 250 gr. de panceta ahumada
- 150 gr. de queso parmesano rallado
- Pimienta negra molida c/n
- Sal c/n
- 2 cdas. de aceite de oliva
- 150 gr. de spaghetti
Procedimiento
- En una sartén más bien plana, vertemos las dos cucharadas de aceite de oliva junto con la panceta ahumada cortada en cubos de medio centímetro. Dejamos dorar levemente (es importante no pasarse en este punto, ya que la panceta quedaría demasiado seca).
- Mientras esperamos que se termine de dorar la panceta, podemos comenzar a cocinar nuestro spaghetti en abundante agua con sal.
- En un bol aparte, rompemos los tres huevos y los salamos levemente. Luego, los batimos enérgicamente hasta que se integren completamente las yemas y las claras.
- Aparte, rallamos finamente el queso parmesano y, luego, lo incorporamos a los huevos batidos y mezclamos hasta que se integren muy bien.
- Una vez cocinado el spaghetti (es muy importante que esté al dente), lo retiramos con una cuchara para pasta del agua (¡no hay que colarlos!) y los vamos sumando a la sartén con la panceta, con el fuego nuevamente encendido.
- Cuando ya hemos sumado todo el spaguetti, agregamos finalmente la mezcla de huevo y parmesano a la sartén. Revolvemos muy bien con cuidado de que no cuaje el huevo.
- Agregamos inmediatamente un cucharón del agua de cocción del spaghetti y continuamos revolviendo hasta que nos quede una salsa de una consistencia cremosa. Finalmente, agregamos pimienta negra recién molida y ¡listo!
